Él Mató a un Policía Motorizado

Por primera vez tocaron en el Luna Park.

Por Tatiana Cusato.

Va llegando la primavera a la Ciudad de Buenos Aires y las nochecitas se van poniendo ideales para ir a recitales. Con un sábado lleno de sol, el clima no podía estar mejor para cuando cayó la tarde y arrancamos para ver por primera vez a Él Mató a un Policía Motorizado en el Luna Park.

Con 20 años de carrera y unos cuantos temas de culto en su haber, la banda oriunda de La Plata no sólo llegó al mítico estadio porteño, sino que además agotó las dos fechas previstas para presentar su nuevo álbum.

Apenas media hora después de lo anunciado las luces del recinto se apagaron y en la pantalla de fondo vimos como en una TV sin señal, con el típico sonido de “lluvia” y acto seguido, como si alguien estuviera poniendo un VHS casero, sólo se podía leer el título del nuevo disco: Súper Terror. Ahora sí, que comience el show.

Sobre un escenario iluminado con un tono rojo sangre, todos los integrantes de la banda ya se encontraban en sus posiciones y tocando el primer tema: “El magnetismo”, de su segundo disco La Dinastía de Escorpio (2012). Enseguida sonó “Un segundo plan”, canción que abre el nuevo disco.

Recién acá se escuchó el primer saludo: “Buenas noches. Gracias por venir”. Proveniente de un sonriente Santiago Motorizado que encontró en esas palabras la manera de expresarle su cariño a su público, y que repitió varias veces durante la velada.

Cuando comenzaron a tocar los primeros acordes de “La Noche Eterna” – tema incluido en La Síntesis O´Konor (2017) – cayeron unas fichitas en la cabeza de esta cronista: ¿cómo no iban a aprovechar la oportunidad de tocar en el Luna Park lo mejor de su repertorio, más allá de las canciones del nuevo disco?

El setlist fue intercalando grandes temas como “Las Luces”, “El perro”, “Más o menos bien”, con el nuevo material, como por ejemplo “Medalla de Oro”, ese tema que lanzaron luego del triunfo de la Selección Argentina de Fútbol en la Copa Mundial.

La puesta en escena fue sencilla, sin grandes pretensiones pero con hermosas imágenes y pantallas que complementaron todo el show, y los colores predominantes de la iluminación fueron el típico rojo y el azul, esos que emulan las luces de sirena de la policía.

Hubo otro detalle que no pasó inadvertido y que marca la esencia misma de los muchachos de Él Mató: si a los músicos los hubiéramos bajado del escenario, lpodríamos haberlos perdido entre la multitud porque a diferencia de otras bandas que preparan grandes escenografías o hasta algún vestuario especial para tal acontecimiento, ellos optaron por vestir “como siempre”. La simbiosis con su público es total y es uno de los motivos por los que son tan queribles. No andan con vueltas ni grandes pretensiones.

En cuanto a la gente, no paró de cantar y de corear incluso las típicas canciones de cancha dedicadas a la banda, a lo que Santiago atinó a agradecer verbalmente, y a regalar sonrisas y pulgares hacia arriba dirigidos a todo el estadio (y en una única oportunidad hasta formó un corazón con sus manos).

“Sábado”, “Destrucción, “Vienen bajando”, “Yoni B”, “El Tesoro”, “Chica rutera”, y la lista siguió. El cierre no pudo haber sido mejor, bien arriba y rompiendo todo con “Chica de oro” y “Mi próximo movimiento”, aquel clasicazo de Día de los Muertos (2008).

Más allá de la presentación de Súper Terror, con esta lista de temas Él Mató a un Policía Motorizado armó una fiesta y plantó bandera para quedarse con tan merecido lugar en la escena que a estas alturas, ¿quién les puede discutir?

PH: Lu Demichelis y Charlie Riobueno