septiembre 19, 2024

El Gobierno nacional se hará cargo del escrutinio provisorio de las elecciones porteñas



Luego de dar de baja el voto con boleta electrónica el mes pasado, ahora se avanza para que el Gobierno nacional se haga cargo del escrutinio provisorio de los cargos locales de la ciudad de Buenos Aires, en las próximas elecciones generales del 22 de octubre, que en las PASO se hicieron por separado de los cargos nacionales.

Esa decisión se conoció tras la rescisión esta semana del contrato entre el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta y la empresa Magic Software Argentina (MSA), que estuvo a cargo del escrutinio provisorio de las PASO en la ciudad de Buenos Aires, por el cual cobró US$ 11,5 millones.

Esta medida permitirá conocer los resultados de las categorías nacionales y locales en simultáneo, en la misma aplicación de la Dirección Nacional Electoral (DINE), provista por la empresa Indra, tal como ocurrió en las PASO con los cargos locales de la provincia de Santa Cruz, que estaban en el portal de Internet resultados.gob.ar.

Todas estas decisiones se manejan en absoluto hermetismo en el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, ya que todavía hay conversaciones para terminar de definir los últimos detalles con la Justicia Electoral porteña.

Pero Clarín pudo conocer que están avanzadas las conversaciones entre el Instituto de Gestión Electoral (IGE) porteño y la DINE nacional, que está a cargo de Carlos Schiavi y depende de la Secretaría General de la Presidencia, para que todo el escrutinio provisorio de la ciudad de Buenos Aires quede en manos del Gobierno nacional.

Cómo se votará en la Ciudad

Tal como adelantó Clarín, la votación en las próximas elecciones generales porteñas se hará sin la Boleta Única Electrónica, que trajo tantos problemas durante las primarias del 13 de agosto pasado. Ahora será con dos boletas diferentes, una para cargos nacionales y otra para cargos locales, que se colocarán en un solo sobre y en la misma urna de la mesa electoral.

La decisión de cambiar el sistema de votación se tomó por los duros cuestionamientos que hizo por escrito la jueza federal con competencia electoral María Romilda Servini, quien reclamó que no se vuelvan a utilizar las máquinas electrónicas, para que no se demore la votación de cargos nacionales, por los múltiples problemas que hubo con esas máquinas en las PASO.

En ese escrito, que envió a la Cámara Nacional Electoral y al IGE porteño, Servini afirmó que su «experiencia acumulada» en más de 30 años como jueza electoral la obligan a «advertir que no pueden realizarse nuevamente y en las mismas condiciones, los comicios del 22 de octubre».

Esa posición contó con el respaldo de la Junta Nacional Electoral y el ministro de Gobierno. Jorge Macri, primo del expresidente y ganador de la interna en Juntos por el Cambio como candidato a jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires.

Macri desde un principio se opuso a la decisión de Rodríguez Larreta de convocar a elecciones «concurrentes», con el sistema de boleta electrónica para cargos locales, que favorecía a su competidor directo, el senador radical Martín Lousteau.

La empresa que estuvo a cargo de implementar la boleta electrónica y que proveyó las máquinas de votación fue Magic Software Argentina (MSA). El gobierno porteño había acordado pagarle US$25.895.200, de los cuales US$20.716.100 correspondían a las PASO y las elecciones generales, mientras que US$5.179.100 eran para el balotaje.

Pero ante la cancelación de la boleta electrónica para las elecciones generales y el eventual balotaje, el Gobierno porteño rescindió esta semana el contrato con MSA y le pagó US$ 11,5 millones, que fue el monto acordado solo por el servicio que prestó en las PASO.

Fuentes del Gobierno nacional aseguraron a Clarín que esa cifra podía habérsela ahorrado el jefe de Gobierno Rodríguez Larreta, si hubiera tomado esta misma decisión para las PASO, ya que el servicio de Indra incluía también el escrutinio de la ciudad de Buenos Aires en las elecciones del pasado 13 de agosto.

De hecho, «si MSA hubiera cobrado los 26 millones de dólares que tenía por contrato para el escrutinio provisorio de las tres elecciones en la ciudad de Buenos Aires, habría cobrado casi la misma cifra que Indra acordó con el Gobierno nacional por el escrutinio provisorio de esas mismas elecciones en todo el país», dijo a Clarín una fuente que sigue de cerca el proceso electoral. Y agregó: «Un dinero que se podría haber ahorrado el Gobierno porteño, porque es un servicio que estaba incluido en la licitación que ganó Indra para todo el país».

El fin de la boleta electrónica porteña

El 29 de agosto, la Justicia y el gobierno de la ciudad de Buenos Aires anunciaron que las elecciones generales del próximo 22 de octubre tendrán un procedimiento diferente al de las PASO, ya que no habrá Boleta Única Electrónica, que se reemplazará por la tradicional boleta de papel «para las categorías nacionales y locales», que irán «en un solo sobre y en una misma urna».

La decisión la tomó Rodríguez Larreta, en un Decreto, donde mencionó que «dada la experiencia» de las PASO, se estableció «la adhesión al régimen de simultaneidad de elecciones» previsto en la normativa vigente a nivel nacional.

Allí Rodríguez Larreta también resolvió que «las boletas de sufragio de las autoridades locales estarán separadas de autoridades nacionales», además de «autorizar al Ministerio de Hacienda y Finanzas a realizar las erogaciones necesarias para la consecución de los fines previstos en los artículos precedentes».



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