Se desplomaron las ventas de granos tras la devaluación posterior a las PASO

Un día después de las elecciones Primeras Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) y luego de que el gobierno nacional aumentara el tipo de cambio oficial, llevándolo de 290 a 350 pesos por dólar a pedido del Fondo Monetario Internacional (FMI), las ventas de soja y maíz se paralizaron en el mercado granario argentino. Ese valor de la divisa superó a los 340 diferenciales que ofrecía el Programa de Incremento Exportador (PIE) para las ventas de maíz, cebada y otros productos de economías regionales, desde el 23 de julio hasta el 31 de agosto con el objetivo de incentivar las operaciones. La actividad se retomó el martes pasado, ya con los precios actualizados según la devaluación aunque a un ritmo mucho menor y con una dinámica diferente. Pero las razones para la caída de las ventas son varias.

En principio, “no hay que olvidar que estamos en un contexto de una producción de granos muy afectada por la peor sequía de la que tenemos memoria”, indicó la analista de mercados de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Emilce Terré. Por la falta de lluvias, la producción total de granos en Argentina cayó prácticamente un 40 por ciento y se perdieron 50 millones de toneladas. En consecuencia, “este año los indicadores de comercialización quedarán por debajo de los registros de las últimas décadas”, dijo la especialista.

Durante 2023, “la comercialización estuvo muy dominada por los cambios en la política comercial: tuvimos los sucesivos Programas de Incremento Exportador que conocimos como dólar soja, dólar agro, dólar maíz, que fueron motivando ventas por encima de la tendencia mientras estuvieron vigentes, compensando después con un volumen por debajo de la tendencia cuando terminaban», analizó la experta.

La última edición del dólar agro que otorgaba el beneficio de exportar a un tipo de cambio diferencial de 340 pesos por dólar «quedó truncada recientemente cuando el tipo de cambio oficial se fue a 350 pesos por dólar, con lo cual borró el incentivo”, argumentó Terré. Y si bien, algunas ventas de maíz prosiguieron ya que la cosecha del cereal de siembras tardías aún no finalizó, el número de operaciones fue menor en relación a la semana y años anteriores para la misma fecha. Las negociaciones de soja, en tanto, brillaron por su ausencia y no hubo propuestas abiertas de compra en la BCR.

Por otra parte, el shock por el triunfo inesperado de Javier Milei en las PASO que pateó el avispero a nivel político y la incertidumbre reinante a nivel económico, también influyeron en la interrupción de las negociaciones. Por un lado, todos los tipos de cambio para el dólar se dispararon con una rapidez y una magnitud nunca observada

Por otro, los candidatos prometen una quita o disminución de los derechos de exportación de granos y una reducción o eliminación de la brecha cambiaria, lo cual genera la esperanza de poder vender la cosecha en mejores condiciones en un futuro cercano. La inestabilidad es la norma, y en este escenario, hacer la plancha y resguardarse en granos, es la opción elegida por la mayoría de los productores que aún tienen mercadería por vender. 

“Hoy, en términos generales, toda la actividad económica en Argentina está un poco condicionada por el contexto de alta volatilidad que estamos atravesando”, señaló Terré. En medio del desconcierto, para muchos, la consigna es: desensillar hasta que aclare.

Al cierre

La semana pasada los precios de los granos cerraron entre estables y alcistas por los cereales. El viernes, en el Mercado de Granos de Rosario por trigo disponible se ofrecieron US$ 240 por tonelada, mientras que la entrega en diciembre subió hasta los US$ 230. Las ofertas por maíz con entrega contractual treparon a valores de $ 63.000 por tonelada y la posición abril 2024 se ubicó en US$ 175 por tonelada. Mientras que la soja cámara cotizó en $127.000. En el mercado Matba ROFEX, el contrato de Soja Septiembre 2023 operó a US$ 362 por tonelada.