septiembre 20, 2024

El premier Netanyahu, el único que no rinde cuentas por el fallido de seguridad en el brutal ataque de Hamas


Una lista cada vez mayor de funcionarios israelíes ha aceptado la responsabilidad por el fallido de seguridad que precedió el brutal ataque de Hamas del 7 de octubre que desencadenó la actual guerra entre Israel y Hamas. Llamativamente ausente de esa lista está el primer ministro Benjamín Netanyahu.

Tras el horrible ataque, que supuso el día más mortífero para los israelíes desde que se creó el país hace 75 años, Netanyahu ha eludido repetidamente la rendición de cuentas. En cambio, ha culpado a otros, en lo que, según los críticos, muestra a un líder pensando más en su propia supervivencia política que en calmar y dirigir a una nación traumatizada.

“Netanyahu está librando una batalla personal por la supervivencia y eso tiene prioridad sobre la guerra de Israel contra Hamas”, dice el biógrafo de Netanyahu, el periodista Anshel Pfeffer. «Como parte de esa batalla, está preparado para difamar a quienes ahora están al mando del ejército y los servicios de inteligencia de Israel».

Cuando cientos de militantes de Hamas derribaron los aparentemente impenetrables sistemas de seguridad de Israel e irrumpieron en el país, las fuerzas de seguridad fueron tomadas por sorpresa. Unas 1.400 personas murieron y los soldados tardaron horas en llegar.

El ataque también destruyó una creencia muy extendida entre los líderes militares, de inteligencia y políticos israelíes de que Hamas no estaba interesado en un nuevo conflicto y que el poder militar de Israel servía como elemento disuasorio.

El prmier israelí, Benjamin Netanyahu ReutersEl prmier israelí, Benjamin Netanyahu Reuters

Los altos mandos de seguridad de Israel, incluido el jefe del Estado Mayor, el ministro de Defensa y el jefe de la agencia de seguridad interna Shin Bet, dieron un paso al frente y aceptaron la responsabilidad por el error garrafal de seguridad. Netanyahu, sin embargo, no ha asumido responsabilidad absoluta por esos errores a pesar de haber sido premier 13 de los últimos 14 años. Dice que habrá tiempo para investigaciones… después de la guerra.

“Esta debacle será investigada. Todos tendrán que dar respuestas, incluido yo”, dijo Netanyahu, dos semanas y media después del gravísimo episodio. Pero ha restado importancia a las críticas y ha rechazado sugerencias de que debería dimitir. “Lo único que pretendo hacer dimitir es a Hamas. Vamos a resignarlos al basurero de la historia”, dijo a los periodistas el fin de semana pasado. “Esa es mi responsabilidad”.

Netanyahu, una figura polarizadora en Israel, con causas de corrupción que lo acorralarían si deja el poder, también ha enfrentado críticas por su respuesta a la crisis. Se le ha acusado de no haber logrado unir a la nación con ningún discurso o acto resonante y edificante. Muchos israelíes han señalado que el presidente estadounidense Joe Biden, que visitó Israel en los días posteriores al ataque, había cumplido mejor ese papel.

Netanyahu fue criticado por esperar muchos días para visitar a las familias de las más de 240 personas secuestradas por Hamas, quienes en su mayoría procedían de kibutz de tendencia libera que no votan a Netanyahu y han criticado su alianza con partidos de ultraderecha. La economía, además, está en espiral y los israelíes lamentan la lenta respuesta del gobierno para abordar las necesidades urgentes de 250.000 israelíes desplazados.

Pero el mayor revuelo se produjo el fin de semana, cuando en un tweet nocturno, Netanyahu culpó deliberadamente a sus jefes de seguridad por la debacle, diciendo que nunca recibió ninguna advertencia de ellos sobre las intenciones de Hamas y que, por el contrario, se guiaba por sus conclusiones de que el grupo terrorista fue disuadido.

El dirigente centrista opositor, Benny Gantz, integrante del gabinete de emergencia y crítico de Netanyahu. APEl dirigente centrista opositor, Benny Gantz, integrante del gabinete de emergencia y crítico de Netanyahu. AP

El nuevo socio gobernante de Netanyahu en tiempos de guerra lo criticó. “Durante la guerra, los líderes deben actuar responsablemente”, publicó Benny Gantz, exjefe del Estado Mayor militar, con alto perfil en las encuestas y pidiendo a Netanyahu que se retractara de sus palabras. El premier eliminó el tweet y luego se disculpó, diciendo que “no debería haberse dicho”.

Pero los críticos dicen que el daño ya está hecho. Idit Shafran Gittleman, del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de Israel, dijo que el mensaje se difundió en momentos que la fe en los servicios de seguridad de Israel está en su punto más bajo. “Hay daño a los altos mandos de seguridad, pero también daño a la fe de los soldados en el terreno”, quienes ven a su primer ministro concentrado en otras cosas además de ganar la guerra.

Las encuestas muestran que el apoyo al partido Likud de Netanyahu se ha desplomado, el público lo considera significativamente menos apto para gobernar que su principal oponente político, Gantz, y su actual coalición no tiene ni de lejos el apoyo necesario para gobernar si las elecciones se celebraran hoy.

Esta tampoco es la primera vez que Netanyahu elude la culpa por una crisis durante su mandato. Ha desestimado un juicio por corrupción como parte de una caza de brujas en su contra orquestada por los medios de comunicación.

Y el año pasado, mientras testificaba ante una investigación sobre la muerte de 45 personas en una estampida en un lugar de peregrinación judía, Netanyahu dijo que desconocía los problemas que generaron esa tragedia. «No se puede asumir la responsabilidad de lo que no se sabe», se atajó.



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