Minutos antes de las 11 de la mañana, miles de personas, familias enteras, caminan o corren mientras policías en bicicletas los guían por The Mall, la calle de asfalto rojo que conduce al Palacio de Buckingham, el ícono de la monarquía británica y uno de los lugares más visitados y fotografiados de Londres.
Entre las multitudes que esperan ansiosas, con celulares en mano para grabar o fotografiarse mientras se da el cambio de guardia del Buckingham, están Ingrid, Isabel y Jesica, amigas colombianas que viajaron desde Malta.
“Es un evento cultural, es algo que uno tiene que ver una vez en la vida. Es una experiencia que uno tiene que vivir”, le dice Ingrid a RFI.
Sin embargo, no es a la familia real a quien espera encontrarse en esta mañana helada. La intención de las amigas es presenciar una tradición colorida, opulenta e histórica.
Y es que este cambio de guardia es vista por miles de personas a la semana que buscan los rastros de los “royals” pero, sobre todo, es una parada obligatoria en Londres.
La familia real británica no solo es sinónimo del “soft power” británico, sino un atractivo turístico ligado a la historia y a las vidas personales de sus miembros.
En 2022, su impacto económico fue de casi 74 millones de dólares incluyendo visitas a sus residencias y otros 34 millones con las ventas minoristas, revela Statista, portal especializado en estadísticas de mercado y opinión, a RFI.
Sin embargo, el movimiento Republic, que promueve que el Reino Unido se convierta en una república, afirma que la mejor vía para recuperar las finanzas públicas, en momentos de crisis, recortes y subida de impuestos, es acabar la financiación estatal de la monarquía.
¿Turismo, una mina de oro?
A pocos metros del Palacio de Buckingham se pueden encontrar varias tiendas de recuerdos que atraen turistas con objetos de todo tipo con las caras más conocidas de los “royals”.
Ismae, trabaja en Cool Britania, y le cuenta a RFI que Isabel II y Diana de Gales, son aún las más populares, de acuerdo con las ventas. Le siguen William y Kate. El rey Carlos III ocupa el cuarto lugar.
Afirma que en esta sucursal se venden más objetos de la monarquía por la cercanía física al palacio, pero los turistas sobre todo quieren llevarse un recuerdo de Londres.
No hay cifras exactas de cuántos turistas visitan Londres o el Reino Unido con la monarquía como motivación exclusiva.
Aunque según Visit Britain, “casi un tercio de todos los viajes a Gran Bretaña incluyen una visita a castillos o casas históricas”.
“La percepción más común de Gran Bretaña entre los visitantes extranjeros es la importancia y la accesibilidad de la historia y el patrimonio del país. Como institución antigua, la Familia Real Británica es innegablemente parte del tapiz cultural”, sostiene Gregory Stirton, investigador junior de Statista.
Los ingresos turísticos se disparan por un evento histórico como la coronación del rey. Para la celebración del Jubileo de Platino de la Reina Isabel II en 2022, 2,6 millones de turistas adicionales visitaron Londres.
Y le aportan más de 1.000 millones de dólares al año al erario, explica David Haigh de Brand Exchange, por “una mezcla de diferentes cosas”.
“Es el beneficio que Royal Warrant (sello real) da a los productos porque se puede vender más y se cobran precios más altos. Es el aumento del turismo y de la comercialización y las ventas de materiales, que se puede ver si vas a cualquier Palacio Real, incluido el Palacio de Buckingham, y miras la cantidad de mercancías y materiales que se venden, es bastante sustancial”.
“Sí que tiene una connotación importante, porque sí es parte del atractivo de Inglaterra. La reina de Inglaterra, ahora el rey … Es como ir a Disneyland para mucha gente”, afirma la experta en monarquía Gabriela Morales.
¿Cuál es el costo de la monarquía más famosa del mundo?
La familia real recibió del gobierno, por el Sovereign Grant, más de 100 millones de dólares para el periodo 2023 a 2024.
Estos son los recursos para financiar las funciones oficiales del monarca y la manutención de los palacios reales.
Este está calculado como un porcentaje fijo de las ganancias del Crown Estate, que es una combinación histórica de terrenos y edificios que incluyen un gran parte de la costa del Reino Unido, que fueron entregados al gobierno hace siglos y este les asigna una partida anual.
Hoy en día, este es uno de los grandes administradores de propiedades del Reino Unido, es decir que gestiona los ingresos por el patrimonio de la corona, pero que no pertenecen a ningún monarca en particular.
La corona es dueña de unos kilómetros del fondo del mar en el Reino Unido. Este solo hecho ha disparado sus ingresos en los últimos años por el auge de las turbinas eólicas.
Para el periodo 2025-2026, el Sovereign Grant subirá en un 53% y será de 167 millones de dólares.
Otra fuente de los ingresos de la familia real es privada y para su uso personal, es decir son riquezas personales que también les fueron heredadas y son los ducados de Lancaster, que pertenecen al monarca, y el ducado de Cornwall, al príncipe William, el heredero al trono.
El mero uso de esas tierras les genera millones de dólares cada año. Estas tienen beneficios legales, tributarios y además pueden utilizarlas a su disposición para generar ingresos.
Según una investigación del Sunday Times y el Channel 4, en el 2023 el Ducado de Lancaster recaudó casi 35 millones de dólares para el rey Carlos III, mientras que el Ducado de Cornwall le dio casi 30 millones al príncipe William.
Parte de lo polémico que revela esta investigación es que el sistema público de salud, NHS, le pagará al rey 14 millones de dólares, durante 15 años, por el alquiler de un estacionamiento de ambulancias.
“El NHS está teniendo muchos problemas de presupuesto y sabemos que es un tema importante para la población y que el rey se esté enriqueciendo, o que parte de su riqueza sea arrendarle al NHS, me parece escandalosísimo”, sostiene Morales.
También reciben ingresos por el uso de una cárcel, por el lugar de entrenamiento del Ejército, para que la marina abastezca su flota y por uso de puertos y una tubería de alcantarillado.
Republicanismo, en aumento
Sin embargo, el CEO de Republic, Graham Smith, asegura a RFI que el costo “real” de la monarquía a las finanzas públicas es de 510 millones de libras, más de 640 millones de dólares cada año.
“Hay mucha deshonestidad en la forma en que hablan de lo que cuestan”, afirma Smith.
“Parte de ello son los costos o los beneficios y activos de los ducados de Lancaster y Cornwall, estos territorios que pertenecen al país pero que se entregan a Carlos y William. La enorme factura de seguridad, son los impuestos no pagados y cuando van por el país visitando lugares, el ayuntamiento local y la policía también acaban pagando la factura”, destaca Smith.
Este movimiento cuenta hoy con 10.000 miembros que pagan membresía y 140.000 simpatizantes.
Smith afirma que el turismo no es un argumento válido para mantener la monarquía.
Sin duda, las finanzas de la familia real seguirán siendo un dolor de cabeza tanto para el rey como para el Gobierno.
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