octubre 10, 2024

«El nene murió» y el hombre del tatuaje, las revelaciones en la Cámara Gesell



Un hombre extraño con un tatuaje y una capucha; un hombre a caballo; Daniel «Fierrito» Ramírez, armado con un rifle, hablando por celular a un costado del naranjal; Bernardino Antonio Benítez pelando naranjas con un cuchillo largo y filoso; una carrera en la que Loan quedó ultimo y se lo perdió de vista. Estas son fotos de lo que contaron en Cámara Gesell cinco de los seis nenes que estaban con Loan Danilo Peña el 13 de junio, día en el que desapareció.

«El nene murió», «el nene murió», balbuceó en un momento el hijo menor de Laudelina Peña (45) y Benítez (37), pero a lo psicólogos no se les permitió seguir ahondando en esa línea para no revictimizar al chico de 6 años que -no hay que olvidar- tiene a sus dos padres presos.

Contadas así, y una encima del otra, esas «fotos» pueden parecer impactantes, novedosas y hasta interesantes. Sin embargo, la visión de los fiscales federales a cargo de la investigación y de la gente del Programa de Asistencia a Víctimas de Trata, que realizó las entrevistas hasta última hora de la noche, no es esa.

«Decepcionantes«, «carentes de valor«, «contaminadas«, fueron algunas de las apreciaciones recogidas por Clarín. Y es que, pese a los casi dos meses transcurridos de la desaparición del nene de 5 alos, las cámaras Gesell despertaban esperanzas. Sobre todo porque las primeras (realizadas el 17 de junio) habían sido muy cortas y deficientes.

En lugar de eso, las frases del día después son «embarraron la cancha» y «confundieron más que aclararon«.

En un punto no es de extrañar, los nenes y nenas están bajo una gran presión. Los hijos de Laudelina y Benítez no ven a sus padres hace semanas. Para colmo de males, quedaron al cuidado de su hermana mayor, Macarena (21), cuya situación en la causa puede llevarla a prisión en cualquier momento.

Por eso, tal vez, en las entrevistas previas que les tomaron para saber si podían testimoniar, algunos rompieron los dibujos luego de hacerlos. También es muy difícil determinar si lo que dicen lo vivieron, se los dijeron o simplemente lo escucharon en los medios que no paran de dar detalles – verdaderos, falsos o dudosos- de lo que le pudo haber pasado a Loan.

Fiscales y psicólogos tienen la misma duda.

Cuando el nene menor de Laudelina -que estaba con Loan en el naranjal- dice «el nene está muerto«, lo dice porque lo vio muerto, lo dice porque lo escuchó en su casa o lo dice porque, a esta altura, ya es un comentario generalizado.

Operativo Gesell

El lunes por la mañana, tres equipos del programa que lidera Zaida Gatti partieron a 9 de Julio en tres autos diferentes para buscar a los menores que debían ser entrevistados en el juzgado federal de Goya.

En un auto iban los dos hijos de Laudelina y Benitez, en otro los dos sobrinos de Mónica Millapi (35) y en el tercero, una primita de Loan, hija de Camila Núñez (24) y Diego «El Huevo» Peña (31). Una nena más, la hija de Millapi que vive en el sur con su abuela, será entrevistada vía Zoom en los próximos días.

Las cámaras sí sirvieron para terminar de definir cómo fue la ida al naranjal: primero salió para allí Benítez y luego lo siguieron Ramírez con los chicos, junto con Millapi.

Camila y Laudelina al principio los acompañaron, pero se volvieron a mitad de camino. La hija adolescente de Laudelina, de 14 años, se quedó durmiendo la siesta en lo de su abuela Catalina.

Sobre esta adolescente había un especial interés porque nunca había declarado y, además, forma parte del núcleo familiar más sospechado.

Mirando con suspicacia su Cámara Gesell, los investigadores notaron que mientras el resto de los nenes habló de que Benítez tenía un cuchillo largo y filoso, la chica comentó que solía llevarlo siempre, salvo ese día. También habló de la tapera (donde algunos piensan que estuvo retenido Loan). Dijo que descansó en la puerta durante la búsqueda, pero no miró adentro.

Por estas horas, la jueza Cristina Pozzer Penzo aun no había recibido las conclusiones de las cámaras Gesell. Cada dato, como casi todo en esta causa, puede ser amplificado hasta deformarlo.

Otro ejemplo: el nene menor de Laudelina dijo que «Fierrito» Ramírez (49) era la única persona mala que había ese día. ¿Esto es una bomba o simplemente lo que piensa un nene de 5 años de un amigo de su papá?

Más misterios para el caso Loan.



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