El secreto que guardan las piscinas en los Juegos Olímpicos y que solo pocos conocen

Este deporte, con raíces que se remontan a la antigua Grecia, ha sido una parte integral de las competencias olímpicas desde su origen. Para los griegos, la natación era una habilidad esencial que todo ciudadano debía dominar, formando un pilar fundamental en la educación física de la época.

La natación moderna es sinónimo de disciplina y rigor. Los atletas deben seguir estrictas normas, que van desde la técnica de nado hasta la vestimenta, con regulaciones precisas y exigentes. Sin embargo, existe un aspecto sorprendente que, aunque poco conocido por el público, es completamente aceptado entre los nadadores.

El secreto de los nadadores que es poco conocido para el público en general es que todos llegan a hacer pis en las piscinas mientras están entrenando o compitiendo.

La destacada nadadora estadounidense y ganadora de medallas olímpicas, Lilly King, confesó abiertamente en una entrevista reciente con The Wall Street Journal: «Probablemente me he orinado en cada piscina en la que he nadado«. No está sola en esta práctica. Otros atletas destacados, como Jake Mitchell y Zach Harting, admitieron también esta curiosa costumbre entre los nadadores.

Los nadadores justifican esta acción explicando que para antes de cada competencia deben hidratarse mucho, lo que genera la necesidad de orinar con frecuencia. Además, el uso de los trajes especiales que tienen que usar hace que sea dificil salir de la piscina y llegar al baño. Mitchell contó: «Siempre tengo que hacer pis porque estoy muy hidratado».

Al parecer ninguna piscina se salva de esto, aunque existe un código que determina cuándo y cómo hacerlo. Deben hacerlo cuando no haya otros nadadores cerca y evitar realizarlo en el calentamiento previo a las pruebas de dopaje. Cullen Jones explicó: «Nunca vas a querer nadar a través de una corriente cálida».

Katie Hoff optó una vez por orinar en el suelo de la piscina en un Campeonato Mundial ya que deben ingresar 15 minutos antes de la carrera a la sala y no tienen posibilidades de ir al baño. «Para los que estamos acostumbrados no es tan chocante gracias a la cantidad de cloro», expresó.